¿ Por qué resistirnos al cambio?

De un tiempo a esta parte pulula por algunas conversaciones de la isla un tópico que empieza a ser cansino. “Ibiza ya no es lo que era”. ¿ Tú crees que Ibiza ha cambiado ? ¿ Por qué ? ¿ Por qué es no es la misma de antes ? Y, ¿ por qué lo debiera ser? En el pasado número Igor Marijuán contestaba así a una pregunta de DUB “ A los que dicen que Ibiza no es lo que era yo les hago una pregunta ¿Y vosotros, sois los que erais? “ El cambio es el eterno signo de los tiempos. La crisis. El cambio. Avanzar. Evolucionar. Arriesgar. Romper límites. Todo ello es positivo y es síntoma de evolución. O al menos de aprendizaje.

No abrirse, no querer conocer, no dar un paso al frente es tener miedo. Y el miedo es una de las peores cosas que puede sentir el ser humano. El cambio supone descubrir, sorprenderte, aprender, sentirte vivo. La manera de sacarle todo el jugo a esta vida. Cambiemos.

Como es natural la isla ha cambiado para bien en algunas cosas y para mal en otras, y aún así cualquier juicio de valor es subjetivo. Personalmente abogo por el cambio en algunas cosas y por mantener otras. Evidentemente no abogo por ese cambio hacia un modelo VIP. Y apuesto por mantener el espíritu de la isla pero cambiando la dinámica cultural de Ibiza.

Por un lado la oferta músical se basa en el EDM y el house facilón orientado a un público más interesado en la pose que en la música. Y luego están las fiestas más “underground” con algo de bass music, pseudo techno (que acaba siendo techouse) y house (normalmente) mal llamado “underground”. Esas fiestas comparten gran parte de los DJs y de hecho hay muy pocos nombres nuevos en los carteles de un año para otro. Y, con matizes, el estilo musical es muy parecido. Es el mismo baile con los mismo DJs pero repartidos de forma diferente. Y el orden de los factores no altera el producto…

Así, con este panorama se dice que “En Ibiza hay más oferta de música electrónica y underground que nunca”. Venga. Vamos a deconstruir la frase: Primero. La música electrónica no es solo house. Incluso las que se venden como techno, son house. La música electrónica puede ser disco, hip-hop, dub, trance, IDM (que no EDM), EBM (que no EDM), industrial, jungle, drum´n´bass, chill out, electro, gabba, ambient … y en Ibiza hay muy poco de eso. Segundo. La música electrónica no es un estilo. La electrónica es un medio para hacer música. Hoy por hoy el 90% de las producciones de música popular llevan elementos electrónicos. En palabras de mi paisano John Talabot “La electrónica ya no es ni un género, el techno es una cosa antigua, y el house también. Es como el pop, están muy establecidos”. Qué mas da lo que sea mientras sea música que esté hecha con el corazón, transmita sentimientos y te haga bailar.

¿ Para qué ponernos límites? La música hay que escucharla si prejuicios y sin estar condicionados por coyunturas socioculturales. La música hay que escucharla como si fuera eterna. Lo único que importa es que te haga sentir vivo. Tercero. ¿Underground? Este es uno de esos conceptos fagocitados por el mainstream y que forma parte del ciclo del capitalismo. De hecho es un concepto que a veces se entiende como subjetivo; para ti algo puede ser underground y para mi no, según tu background cultural. Pero no. La definición de “underground” se acerca a una manifestación cultural o expresión artística que está a contracorriente de la tradición, el canon y la cultura oficial. Por lo tanto busca el cambio. La alternativa a lo establecido. Una vez esa manifestación nace y se populariza se utiliza como moneda de cambio del capitalismo, y ahí deja de ser underground. Es cuando el ciclo debería volver al principio y crearse algo nuevo, al margen. Entonces ¿ Puede ser underground algo que copa el 50% de programación musical de la isla? ¿ Puede ser undergound algo que se escucha en un club con 5000 personas? Por Dios. Las propuestas underground nacen del amor por compartir y ofrecer algo nuevo, especial, que se hace con medios limitados y donde a veces ( a menudo) se pierde pasta. ¡Eso es Underground! El colectivo eivissenc Chiringuito a Groenlandia es underground. Vender 5000 tiquets en una sala con la cerveza a 15€ NO LO ES. Cuarto. A menudo se utiliza música avanzada para definir cosas que se escuchan por la isla. La música avanzada es la que define nuevos lenguajes musicales, la que utiliza nuevas formas de composición. La que marca el principio del cambio hacía nuevos paradigmas. Nos nos llevemos a engaños. Esa música no está presente en la isla. Las palabras si no se utilizan apropiadamente pierden el significado.

Ibiza, precisamente, es un lugar libre, quizá el lugar más libre del mundo. ¿ Por qué solo bailar un estilo de música? Por qué no abrimos nuestra mente. Esta isla vio nacer al balearic, una manera de concebir la música de manera transversal, ecléctica. Algo reivindicado en el mundo entero y a la vez rabiosamente local, de aquí, ibicenco y que en buena medida se ha perdido. Ese espíritu del balearic es el espíritu de la isla: libre, hedonista, cosmopolita, inquieto, respetuoso, intenso, abierto, heterogéneo. Ese espíritu hippie de los 70. De aquellos que abogaban por el cambio. Existen muy pocas noches eclécticas o que ofrezcan alternativa musical. Pero , por lo menos, haberlas haylas. Recientemente charlaba con George Evelyn de Nightmares on Wax sobre el espíritu, los cambios y la oferta musical ibicenca: “ Creo que el espíritu se va a mantener pero el cambio es la única constante. Siempre nos podemos quejar de los cambios pero es que los cambios van a suceder siempre y en cualquier lugar. Cuando me mudé aquí lo que más me molestaba es que no había alternativas ( 2005 ). Ahora sí las hay y eso es muy importante. Nos podemos quejar de los VIP pero ellos van a existir igualmente en los lugares que están hechos para ellos.”

Por suerte parece que esa senda de cambio, de alternativa, de apertura se ha empezado a coger. Así que sí: es posible que la isla esté cambiando y yo lo quiero ver desde una parte positiva. Y debe ser así. En la misma semana que estoy escribiendo estas líneas por Ibiza han pasado The Libertines, Nightmares on Wax actúan junto a A Guy Called Gerald pinchando hip hop, Dj Harvey sigue all night long en Pikes y Phil Mison volvía a lo que fue su casa. Han tenido lugar en baluarte de Santa Lucía el Eivissa Jazz Festival y el Ibiza Reggae Festival con Horace Andy o Johnny Osbourne y George Clinton & Parliament han actuado por primera vez en la isla.

Bien pues abogo por seguir abriendo el abanico y aquí parafraseo a alguien que lleva 20 años viniendo a la isla y que es una de las personas que entiende mejor la industria musical en este país. Gerardo Cartón es ex director de Pías Spain, creador de la plataforma Playmoss y autor del flamante “Manual del perfecto festivalero”. Cartón excplica que “Las nuevas generaciones van cambiando y creo que ya no son tan ‘especializadas’ en sus hábitos de consumo como lo podíamos ser nosotros. Los jóvenes admiten más géneros. El Primavera Sound y el Sónar de Barcelona, sin perder su identidad, se han sabido popularizar. Los dos eventos tienen una personalidad muy marcada, y siguen programando un 80 por ciento de variedad en lo que ofrecen. Los festivales de fuera son mucho más así. En Coachella y Glastonbury llevan de todo.”

Si esta isla se abriera de par en par a la música entonces para mi se convertiría en el paraíso en la tierra. Un festival de 120 días, en un lugar increíble e inspirador como este donde descubrir artistas, bandas, DJ´s, géneros… sin prejuicios. En la variedad esta la riqueza y, de hecho, esa es una de las características de la isla. ¿ Verdad ? La mezcla. Aunque me conformo con abrirnos un poco de miras. Otro ejemplo lo tenemos en la competencia croata. Más que una programación regular de clubs hay una oferta continuada de festivales que ofrecen, ellos si, unos line ups de música electrónica de baile sin complejos, donde cabe “casi” de todo. Exit, Outlook, Dimensions, Barrakud, Sonus, Soundwaves, Garden…. son un ejemplo y la sensación desde aquí es que el público melómano, el fresco, el interesante, se está yendo para allí e Ibiza se está quedando con el turismo barato, snob y VIP. Y así el concepto denostado de Ibiza por los sectores cool e “intelectualoides” se seguirá alimentando.

Abramos y potenciemos la oferta cultural. No me refiero a convertir esto en un isla de intelectuales y hipsters (de snobs ya está llena), pero una variedad de oferta cultural segmentaria algo más al turista y al que viene a probar suerte a la isla. Frenaría al turismo barato y al VIP y traería algo más de turista, digamos, más cultivado. No me refiero a cambiar radicalmente de escena. Los line ups del verano en Ibiza son impresionantes. El epicentro mundial en cuanto música de baile (ooops perdón) en cuanto a House, techouse y EDM, sigue siendo Ibiza. Pero en lugar de repetir géneros, conceptos, Djs y line ups; en lugar de ofrecer lo mismo multiplicando así la competencia y provocando que la mitad de las fiestas estén medio vacías, demos un paso adelante.

Hay mucha música ahí fuera. Y muy interesante. Y buena. Y que se puede adaptar a los derroteros de la isla. Y de hecho estaría bien que la isla se adaptara también a ciertas propuestas. Y por otro lado ya que están los mismos, démosle protagonismo a los DJ´s residentes. Es más barato y más bonito. Valentín Huedo, eivissenc, ex residente de Café del Mar y ahora de Heart y Blue Marlin Ibiza me comentaba “ ser de aquí no debería implicar que tengas que tener más oportunidades. Si te ganas el puesto te lo ganas. Pero el problema es que al residente se le ha perdido el respeto. El residente rellena los huecos. Al final las programaciones las acaban haciendo las agencias, los que llevan los grandes artistas. Y luego siempre está eso de “lo que viene de fuera es mejor”. Si te has gastado 1000 euros en un DJ que viene como + 1 en el pack de la agencia por bookear a un nombre ( que realmente es el que vende los tickets ) obviamente le tienes que dar más protagonismo, pero el DJ residente conoce mejor el lugar y seguramente te hará un mejor sesión que ese invitado” Cuestión de marketing y negocios. Otra vez, de underground nada.

¿Quién puede cambiar esto? La responsabilidad de no quedarnos atrás, de no quedarnos estancados cae en los programadores y medios de la isla y quizá uno de los problemas de Ibiza es su ombliguismo y su endogamia. En general existe esa idea de que Ibiza es lo más cool y ahí nos quedamos estancados. Y al final parece que se hacen los line ups mirando hacia dentro de la isla, no hacía lo que ocurre en el mundo de la música (aunque solo sea en el de baile ). ¿ Qué se lleva en Ibiza este año? ¿Esto? Pues todos se apuntan al carro. ¿Alguien tiene que crear tendencia, no? Repito: la responsabilidad de dar un paso adelante es de los promotores. El código deontológico de un programador cultural debe ser ofrecer entretenimiento, pero también debe ser el de abrir nuevas vías artísticas y de culturizar. Un equilibro pedagógico, económico, ético y estético. Ahora bien, esa es una cuestión moral. Así debería ser. Si no es así entonces aceptemos pues que esta isla es una isla de fiesta industrial, y que conceptos como “underground”, “música electrónica” o “música avanzada” son conceptos vacíos en este lugar.

Si nos atenemos por ejemplo a que “hay que vender tiquets” aceptemos pues que esto es un negocio y ya. Pero no queremos eso, ¿Verdad? La educación cultural nace de los agentes culturales y de ocio y de los medios de comunicación. Los agentes que solo entienden Ibiza como una industria; los que solo van a por la pasta lo ensucian todo. Eso es lo que hace el dinero. Por suerte solo algunos son así en Ibiza. Pero el problema es que son muy poderosos. Quien quiera seguir yendo a la misma fiesta, con la misma gente y con el mismo tipo de música. O sea: quien se quiera quedar acomodado en el mismo patrón de actividad va a sufrir una falta de vitaminas culturales. Vitales. De las que alimentan el alma. Y el arte, la música en este caso, es salud.

Por que nos acerca al prójimo, por que comprendemos al otro en nosotros mismos, por que observamos como se ha reflejado en nuestro interior algo de otra persona; de un desconocido. Y eso nos ayuda a entender un poquito más este mundo y nuestra existencia en el. Y por lo menos, en mi caso, a disfrutarla más intensamente. Ibiza debe ser, y todavía es , ese punto en el mapa donde ir a redescubrirse. El sociólogo Yves Michaud, en su libro “Ibiza Mon Amour: Ensayo sobre la industrializacion del placer” habla de Ibiza como un paralelismo del edén, del paraíso. La imagen casi perfecta del hedonismo donde se funden el trance, la liberación de la represión y el “depaysement”. Depaysement tiene una traducción difícil pero sería algo así como un cambio de aires en busca de otras experiencias. Cambiemos de aires. Busquemos otras experiencias.

SÍ, por favor. Cambiemos.