El que se cree DJ
Cada año, a medida que se acerca la temporada de verano, los antiguos Isleños empiezan a recibir una infinidad de emails y llamadas.
El modus operandi es más o menos siempre el mismo: “¡Hola amigo! ¿Qué tal ESTÁS?!?!” Seguido de una larga y concisa lista de exigencias. Por lo general, ésta contiene entradas gratis a la sección VIP de todos y cada uno de los clubs y cada noche con tantas bebidas gratis como puedan consumir. Y, por supuesto, los llevarás en coche a todas partes, ¿verdad?
¡No!
Hubo un tiempo en el que en mi casa se amontonaban los amigos de la lejana infancia y en el que observaba como los 100 días de fiesta continua deterioraban lentamente mi casa. Recuerdo veranos en los que, en un momento u otro, había en mi casa unas 250 personas diferentes.
Hoy en día, sin embargo, los redirecciono a varios hoteles y servicios de conserjería y parece que funciona muy bien. Pero existe un tipo de individuo que rehúsa irse: El dichoso Aspirante a ser el DJ sensación de Ibiza. Bueno, yo tengo muchos amigos DJs en la isla y todos ellos saben exactamente de lo que estoy hablando. Se trata casi siempre de una persona que solía ser un seguidor en MySpace, o en alguna otra insignificante red social, y que parece pensar que tú no tienes nada mejor que hacer que construir su carrera de la noche a la mañana. ¡¿Eh?! Sin duda, la inevitable conversación es algo como esto:
Aspirante: Hola, entonces ¿crees que puedes conseguirme una actuación en uno de los clubs grandes? (recuerda que en este momento yo no tengo ni idea de quién sea esta persona, pero presumo que nunca antes haya actuado profesionalmente)
Yo: desde luego que no.
Aspirante: vale, entonces si puedes conseguirme cualquier trabajito siempre y cuando me paguen los vuelos y el hotel, eso sería fácil, ¿no? seguido de ¿tú crees que estarían disponibles unos 500 pavos?
Llegados a este punto es cuando pierdo mi autocontrol y procedo a pasarle la receta Secreta para el éxito absoluto en Ibiza: primero, meterte en el avión y traer a tu excelentísima persona hasta aquí. Entonces, te humillas por los bares como un leproso, mendigando por una oportunidad de tocar gratis, hasta que un día, milagrosamente, estás justó ahí, listo con tu música, listo para reemplazar al idiota que no ha aparecido. Este es el momento por el que has estado esperando y es mejor que revientes la casa por lo menos dos veces más fuerte que el DJ residente. Ahora ya estás en el mapa. Entonces repites este proceso una y otra vez a lo largo de toda(s) la(s) temporada(s) hasta que un día consigues una residencia en un pequeño e insignificante bar. Aquí estarás agradecido si ganas 100 pavos al día por 12 horas de trabajo. Incluso puede que te pidan que limpies el bar y que cargues cajas de cervezas. Y entonces, simplemente sigues haciendo esto durante algunos años hasta que la cosa empiece a despegar, nada de dinero entre algo así como de unos 5 a 12 años. Garantizado que funciona el 100% de las ocasiones.
Esta es también la descripción del clásico peregrinaje de un artista o artesano. Es el viaje mitológico por el que uno debe pasar inevitablemente para poder dominar el entendimiento conceptual del la forma de arte en cuestión. Uno debe viajar lejos de su hogar y hacia una vida a través del amor de uno por la música. Es un código que no puede romperse: vivir a través de la música y sólo a través de la música. Si el simple pensamiento de tal viaje no te asusta, entonces no lo estás haciendo bien.
Por supuesto que existen aquellos que no quieren trabajar duro y algunos de ellos incluso tienen el valor de preguntarme si puedo simplemente dejarlos que se salten todo esto, como si algo como eso fuera posible. Y es llegados a este momento que me tomo el tiempo de ayudarles a entender la situación resumiéndoles las fuerzas económicas exactas que funcionan en nuestra maravillosa industria del entretenimiento.
Por ejemplo: Llegó a mis oídos durante mi época como organizador de eventos que un baño químico portátil para un festival podía suponer un alquiler diario de más de 300 pavos… Entonces procedí a explicarle a este confundido individuo que su futuro (incluso con un éxito instantáneo) no puede esperar ganar más de 100 al día (la verdad económica es que en realidad ganarían tres veces más como un wáter). Además de todo esto, señalo que siendo nuevos residentes empezando en Ibiza deberían prepararse, a diario, para tratar con tres veces más mierda de la que un baño de festival podría encontrarse en Glastonbury.
En resumen, descifrar el misterio de Ibiza es pan comido:
Simplemente entrega tu vida, pasado, presente y futuro y todo podrá ser tuyo.
Tags: lenny ibizarre