carta del editor 1607

7.5 Millones de turistas. Siete Coma 5 Millones de Turistas. 7.500.000 TURISTAS.

Esto es 1 millón más que el año pasado y es más o menos la cantidad total de turistas que recibimos durante la celebración de la llegada del nuevo milenio. Y recuerdo bien aquellos días, al comienzo del verano, en los que todos esperamos ansiosos que comience la temporada para que la isla se llene de vida y se pueda empezar a hacer dinero para sobrevivir el invierno.

Esos días se han acabado. No para siempre, pero en este momento sólo puedo pensar en un par de personas que realmente se alegren de que comience la temporada y esto se debe principalmente a la diversidad de la vida nocturna. O están aquellos realmente ignorantes que se creen que somos tan maravillosos, prácticamente divinos, y que tanta gente viene a visitar nuestra isla por su encanto, su belleza, sus playas perfectas y su extraordinaria vida nocturna. Para todos estos ignorantes tengo malas noticias: el motivo principal por el que tanta gente viene a visitar las Islas Baleares es porque al otro lado del Mediterráneo están en guerra por todas partes.

Todos los intentos de tratar de alojar a toda esta gente creando infraestructuras para evitar el colapso van a fracasar, ya que esta isla, con sus 542 km2, no está hecha para tal cantidad de turistas, no podemos crecer interminablemente. ¿Alguna vez has caminado por las calles de San Antonio durante el inverno? La sensación de haberse perdido en una ciudad fantasma es, de alguna manera, agobiante. ¿Es eso lo que quieres que suceda con el resto de la isla?

Y después está  la necesidad humana de no sólo crecer en cantidad, sino también en ‘calidad’, o en lo que algunos entienden por calidad. Esto no significa reorganizar la comida del supermercado de manera ‘creativa’ y cobrar tres veces más, o embolsarse 23 euros por una copa sólo porque crees que puedes hacerlo.

Calidad significa que entiendes el concepto total de crear algo que merezca la pena, desde el primer momento hasta el mismísimo final, y hacer que la gente sea consciente de ello, de modo que sepan que no los están estafando y que estén contentos de pagar un poco más –sí, sólo un poco más – sabiendo que el producto que compran es de buena calidad.

Mi esperanza es que la guerra del otro lado se termine pronto y que Ibiza vuelva a lo ‘normal’ y que no arruinen una gran parte de la isla con trabajos de construcción para evitar el colapso en estos tiempos de mayor demanda, porque yo conozco a un montón de isleños que son bien conscientes de esto y que colaboran unos con otros, ya que todos nosotros hemos aprendido nuestra lección:

La Calidad Nunca Se Prostituye – Quality Never Prostitutes.