DOT ART HECHO EN IBIZA

Asistir en persona a una exposición de arte visual es siempre muy distinto a haber leído u oído hablar de un artista o de un cuadro, o de un estilo o de un mensaje. Al mirar un cuadro o escuchar música en directo es más fácil conectar con el artista y entender su mensaje. Examinar una obra de Siegfried M. Bacharach es una vibración continua! Es cautivante y entrometido, suave y agresivo, directo y agudo. Bacharach exprime la vida, con un toque de psicodelia!

Conocí a Bacharach una tarde durante la exposición “Vision Primitivas y otras…” de obras suyas: 33 esculturas compuestas de trozos de madera reciclados, incluyendo tres tótems y algunos cuadros. Al leer su historia, una vibración de vida ha sacudido mi piel. Hablando con él, una vibración de esperanza ha invadido mi mente. Y mirando su obra, la vibración del viaje me capturó para trasladarme a un viaje psicodélico hecho de infinitos puntos blancos sobre formas animales y humanas que animaban el espacio de Can Tixedo Art Gallery Café_Buscastell-Ibiza.

El viaje de Bacharach, artista contemporáneo de sólo 78 años de edad, es un viaje fascinante hecho de continuos eventos intensos.

¿Hace cuánto tiempo que estás en Ibiza, cómo llegaste y por qué te quedaste?

Vivía en París. Durante 10 años fui cantante, con éxito, pero de repente por una serie de acontecimientos me cansé y decidí cambiar. Con mucho dolor porque me gustaba lo que hacía, pero no podía continuar. Y al cambiar y romper con el pasado llegué a Formentera, en el 67, por consejo de una amiga. Con el único barco de entonces. Era febrero y hacía frío. En Formentera fui a Fonda Pepe donde me encontré con colocados y drogadictos y, por lo tanto, no me convenció. El día después me fui a Ibiza, donde me quedé al darme cuenta de los colores. Abrí una pequeña galería (8 metros cuadrados) de arte africano con una amiga, como la que había abierto en París (el arte africano siempre me ha gustado y me influyó). La parte de atrás, que sí era grande lo convertí en la primera Creperia Francesa  (porque no me gustaba la cocina española). El lugar se puso de moda como lugar de movida para muchos en aquel entonces. Así que me dediqué a la restauración. Abrí un restaurante en Dalt Vila, que aún existe. Pero acabé por cansarme, por la esclavitud que significa este trabajo, y lo dejé. Por cierto, creo en el destino: comencé a trabajar en una tienda de ropa de un amiga que se iba de viaje. Era la época hippy y me dí cuenta de que el estilo era perfecto para Ibiza y comencé a producir hasta ser uno de los primeros en presentar moda Adlib y ser reconocido en Europa. Todo fue rápido y agradable. Todo lo que hago es porque me gusta, si me canso cambio y nuevas cosas suceden.

Y crear, pintar, componer esculturas?

Siempre he tenido tendencia a pintar, desde la época de los 20 años, pero no soy académico ni constante. Siempre lo he hecho por placer. Las esculturas son el resultado de las composiciones con la madera que encuentro y en las que veo una figura. Tal vez encuentro piezas en la basura que me inspiran. Además, no tiro nada. Algunas de estas obras están hechas de restos de otra obra. La técnica de pintura que uso es por necesitad, porque soy incapaz de pintar y entonces hago puntos y líneas.

Esta técnica se asocia inmediatamente con el arte aborigen australiano, Dot Art, hecha de puntos, círculos y líneas en la madera para contar historias, eventos… (o para recordar, en la miríada de puntos, los caídos en un genocidio como el holocausto que vivió en persona en Auswich, cuando tenía sólo 9 años). Una similitud que no estaba buscando y accidentalmente él mismo descubrió en una exposición de arte aborigen en Francia. Coincidencia que lo convence de que esta es su técnica.

Me gusta la idea de haber encontrado mi estilo. Ahora que tengo tiempo estoy trabajando con más  interés en la producción y con el apoyo de amigos. Lo que me convenció para organizar mi primera exposición individual, en la sala del Diario de Ibiza hace algunos años, durante la exposición de mi sobrino, el grafitero Hosh. Me gusta que se diga “esto es una Bacharach “.

¿Qué representan las formas de animales, las máscaras, los tótems, el erotismo tan presente… ¿Cuál es tu mensaje?

El erotismo para mí, mientras no sea vulgar, es un canto a la vida. El mensaje es el placer por la vida. Los tótems  están enfocados a la vida, a la prosperidad, a la procreación. Todo tiene un sentido que se relaciona con  la vida. Yo no creo en nada, no creo en Dios y lo que hago me ayuda a encontrar la manera de expresar estados de ánimo de la vida. Viene del subconsciente.

Para un hombre que sobrevivió a la tragedia del Holocausto, que ha trabajado duro y con éxito en todo lo que ha hecho y sigue haciendo por el placer de hacerlo, surge la pregunta:

¿Qué significa ser libre?

Es muy importante que te sientas libre. Cuando llegué a Ibiza inmediatamente sentí la libertad de poder ser yo mismo, el contacto con la gente era verdadero, sentí la confianza de la gente, la voluntad de hacer libremente lo que me gustaba hasta  cansarme, pero con mucho gusto. Te lo diré en italiano, va bene? (sonriendo) “La mia vita è una far niente , con piacere.”

Paradójicamente, por cierto!