el sheriff

Más vale la sana locura que la necia cordura.

Estamos en una habitación del Hard Rock Hotel, los fundadores de la fiesta ‘Children of the 80’s’ nos la prestan para poder entrevistar a Tomás Manjavacas, ‘el Sheriff’, como le llaman por respeto en este Hotel donde está trabajando, o mejor dicho, supervisando todo el escenario.

Tomás lleva más de 27 años trabajando para la empresa Palladium hoteles y hoy en día está considerado, pues eso, ‘el Sheriff’. Nacido en Ciudad Real, en un pueblo llamado Manzanares en el año 1954, Tomás dice ‘presumo de ser primo de Don Quijote’ y, después de reírnos un buen rato, mirándole el rostro me da la sensación de que sí podría serlo. A los 17 años empezó a trabajar en un hotel en Benidorm y por aquel entonces ya tenía la historia hippy metida en la cabeza. ‘Yo sabía que quería viajar mucho y hablar idiomas’, dice Tomás, ‘me fascinaba la movida hippy’.

Cuéntanos cómo llegaste a la isla.

Llegué a Ibiza en el año 1973, para un par de meses. Se inauguraba el Pacha, de Ricardo Urgell; antes no existía nada más que el Lola’s. En aquella época también dormí en alguna cueva. Luego, en el ’76, decidí que mi vida estaba aquí, y mira, hasta ahora…

La gente dice que Ibiza o te atrae o te repele – ¿estás de acuerdo con esa frase?

Para mí ha sido algo tan natural. El hecho de que tengo tres hijos ibicencos, dos chicos y una chica, lo dice todo.

Sé que no se puede comparar, pero si echas un vistazo a la Ibiza del 1976 y a la del 2016, ¿tienen algo que ver?

Mírame a mí. A mí la gente me dice que ha cambiado mucho y yo les digo siempre lo mismo. No hay cambios, ni malos ni buenos, es evolución.

Cierto. Lo que yo digo es que si un joven viene hoy a la isla, tiene el mismo impacto que cuando nosotros llegamos a Ibiza. Quiero decir que el espíritu es el mismo, ¿no?

Una cosa es el espíritu, otra cosa es el viajar y conocer el mundo. En ese caso, para un turista o para personas como nosotros que viven la libertad y aman la música, cuando se preconcibe algo como Ibiza y luego te encuentras con esta Ibiza, no tanto; es como cuanto nosotros teníamos la idea de India y luego ves que no. Pero, para mí, hay una cosa muy importante, tanto en India como en Ibiza, lo que hace el espíritu, ese guión de la isla es la mezcla de la gente que puedes tener – los ricos, los pobres, los colores, eso hace que una cosa haga su vida a la otra y le da el espíritu.

Exactamente, una cosa enriquece a la otra.

Si fuéramos normales no estaríamos aquí.

Muy cierto. He leído en tu Facebook que has estudiado en ‘la escuela de la vida’. Eres autodidacta, ¿no?

Sí, totalmente. De estudios, pocos, lo suficiente; luego he viajado mucho por todo el mundo para conocerlo todo antes de venir a vivir a Ibiza. Todo esto me ha ayudado a poder meterme en el mundo del turismo, de las relaciones públicas. Cuando trabajé en el Bar Graffiti, del ’78 al ’80, estaba metido en las relaciones públicas, aunque nunca lo exploté comercialmente, pero tú sabes que siempre he echado una mano a todo el mundo donde he podido.

Sí, me acuerdo muy bien. Siempre te he visto metido en esto y te admiro. Philipp, de M.A.N.D.Y., me dijo una vez una frase muy buena ‘no preguntes qué puede hacer la fiesta por ti, sino qué es lo que tú puedes hacer por la fiesta’. Hay demasiados espectadores en Ibiza, ¿faltan los actores?

Lo importante es que haya gente y que haya diversidad. Así destacamos los locos, los normales y los anormales. Como en el Circo Loco, cuando alguien dice ‘es una locura lo que hay en la terraza, y ¿dentro qué hay?’ Y yo les digo ‘mira, aquí está el circo y dentro están los locos’.

Como tú dices perfectamente – ‘más vale la sana locura que la necia cordura’, ¿no?

Esa es mi filosofía de vida, tengo esa frase desde hace 35 años y la vivo intensamente.

¿Cómo te conservas tan bien? ¿Cuál es tu secreto?

Yo pienso que tengo, no un secreto, pero sí una parte importante que son los años donde he corrido el maratón. Estuve diez años corriendo, tengo cinco maratones cumplidos, trece medio maratones, y eso con cuarenta y tantos años. Eso me ha dado una fuerza física y mental y es ahí donde he aprendido mucho de la vida. La disciplina de estar solo, levantarte tú solo y decir ‘eh, voy a correr estos 42 kilómetros’, y los hago, eso me ha servido mucho para todo. Y sobre todo lo que hemos dicho al principio, la gente, verte tan arropado por la gente, poco a poco, porque eso no viene de un día para el otro, lo tienes que trabajar muchísimo, pero después de los años, ver el cariño, el respeto que me tiene la gente, no tiene precio. Eso no se paga ni se compra.

Y tampoco se pierde. Como esta isla es tan intensa y con experiencias que te pueden cambiar la vida de un día al otro eso es algo que te marca de por vida. Y como somos una isla de locos hay que ayudarse, ir de la mano.

A mí, hay gente muy conocida que me ha dado una frase: hago mi vida con los amigos como una especie de servilismo, esa es mi forma de ser. Yo doy sin esperar nunca nada a cambio, esa palabra de servilismo puede ser algo feo, pues muy agradecido estoy de poder estar allí.

¿Es esa la esencia de la vida?

No tengo nada, no quiero nada, no espero nada y lo tengo todo. Cuando menos esperas, más valor das a lo que tienes.

Si pudieras cambiar tres cosas en Ibiza, como si tuvieras una varita mágica, ¿cuáles serían?

Cambiaría el que siguiera siendo Ibiza, cambiaría el que la gente siguiera siendo tan feliz, y cambiaría que la vida es esto, quiero decir – ¿cambiar para qué? Mírame… 62 años – ¡olé!

Eso me lleva a la próxima pregunta, ¿cómo te ves dentro de 20 años?

No sé si estaré por aquí. La vida es así, igual mañana ya no estoy. Por eso hay que vivir y disfrutar la vida en cada momento, en cada instante, intensamente. Pienso que la filosofía es esa. La gente pone tantas leyes, tantas fronteras y reglas que no da para todo, lo que hay que hacer es vivir.

Te dejas llevar por tu instinto, tu intuición.

Cuando algo me gusta, todo el mundo, mi familia, mis amigos, dicen que es un peligro, porque voy a por ello y lo doy todo.

¿Qué tiene que tener un buen relaciones públicas?

Para mí, es el respeto, el cariño y darlo todo, lo demás viene solo.

¿Alguna vez has tenido una mal experiencia en tu trabajo?

Ni una sola vez, y mira que he vivido mucho y he visto mucho, pero yo, personalmente, no he tenido ninguna mala experiencia. Creo que es por mi manera de ser; ¿quién puede hacerme algo malo si justamente tengo el máximo respeto, un cariño absoluto y lo doy todo.

¿Cómo compaginas tu trabajo con tu vida familiar?

Mis hijos hoy ya son mayores, mi hija tiene 34 años y mis hijos tienen 30 y 28. Pero desde siempre han sabido quién es su padre, el loco de sexo, drogas y Rock n’ Roll, pero para ellos una buena persona y eso es lo que más les ha importado. Yo sé cumplir con ellos, les he dado la libertad que creo que yo me merezco se la he dado a ellos. Para mí, eso y el amor y el cariño es lo más importante. Lo demás, si tienen estudios o si no los tienen, si ganan dinero o no, pues, mírame a mí, lo tengo todo sin tener todas las cosas.

No vamos a meternos a decir cuál es tu promotor favorito, porque eso no se puede decir, pero ninguna noche es igual, ¿no?

No, cada noche, cada fiesta tiene lo suyo. Lo bonito es saber valorar, saber captar. Yo no entiendo de música, me gusta y la siento, entonces no puedo opinar de esto, pero si he hablado con discjockeys tan importantes como tú sabes, y he dicho, ‘mira, la gente viene al sitio para escuchar la música, pero nunca olvidemos que la gente sale de casa para divertirse’. Será muy buena la música y el discjockey, pero lo importante es que la gente se divierta.

Que Ibiza cada vez es más cara, que nos convertimos en otro lugar como Miami, Las Vegas o Saint Tropez, ¿cómo lo ves?

Eso lo dice la gente desde hace 40, 30, 20, 10 años. Cuando yo trabajaba en el Bar Graffiti, en el puerto en el ’79 ya se cobraba por un cóctel 500 pesetas, que en aquella época era un dineral. Yo, últimamente, he descubierto una cosa, la gente habla de las discotecas con sus shows y los DJs como algo caro, pero ¿cuánto paga la gente para ir a ver un partido de fútbol? Desde 80 hasta cientos de euros, y ¿cuánto se gastan en cuatro copas y todo lo  demás? Pero esto, como es algo ‘normal’, pues no cuenta… Se gastan todo para ver al Barça o al Real Madrid, y esto de aquí es la cuna del mundo de la noche, así que también tiene su precio.

Muy bien dicho Tomás. Una última pregunta, ¿qué piensas de la dub?

Para mí ha sido la primera revista que ha habido en Ibiza hablando de forma diferente de nuestra música electrónica. Luego han aparecido muchas otras, hasta las propias discotecas han sacado sus propias revistas. Creo que la de Pacha fue la primera que sacó Ben Turner, luego las del Space y Amnesia, pero desaparecieron. También estaba esa pequeñita, ¿cómo se llamaba?

El Partysan, que fue la primera que editamos, desde el año 1996 al 2000, la que luego se convirtió en la dub, porque ya no daba ni el formato ni el esfuerzo, ni para vivir.

Bueno, como he dicho, habéis sido los primeros y por eso hay que darte todo el respeto que te tengo.

Y yo a ti Tomás, por ser como eres y por mostrar a la gente que lo más importante es darlo todo, y de esa forma poder recibirlo todo.

____________________________________________________________________________________________________

mas info sobre Tomas:

facebook