Acú mi culo
Como mi amigo, mentor y colega bien ha dicho en su editorial y ha conseguido resumirlo en menos de 500 palabras, déjame disfrutar del momento y ayudarte a entender mejor lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
A ver, existe una ley que limita la música en directo, estando permitida en espacios abiertos. Pero, espera un momento, esto suena un poco a una ley hecha de pura palabrería, porque la música en vivo es ¿qué?, ¿música tocada en directo por uno o varios músicos? Hace algunos años hubo una discusión iniciada por los discjockeys vs. la SGAE española (lo mismo sucedió también en otros países europeos), que sostenía que una reinterpretación de un track existente al mezclar varios juntos y ajustar los sonidos es exactamente lo mismo, por lo que debe considerarse música en vivo. El motivo por detrás de esta discusión era descubrir si y cuándo los djs deberían darle o no dinero a la SGAE por ‘tocar música ya existente’.
¿Qué es lo que esta discusión puso de manifiesto? Es bien posible que haya recompensado extremadamente bien a un puñado de abogados, pero yo no creo que ni los artistas ni la SGAE hayan ganado una gran cantidad de dinero, ya que la razón de la SGAE para recolectar este dinero es para devolverlo a los referidos artistas que han producido la música reproducida – yo, personalmente, no conoco a nadie que haga dinero con ‘reproduccion pública externa’, ¿y tú?
¿Te suena todo a un montón de tonterías? Y¿cómo te suena una ley que prohibe la música en directo en espacios públicos? Es como pedirnos que aceptemos sondeos acústicos para matar a nuestros mamíferos o dejar de respirar aire fresco para ser pulverizado, o como ponerle un impuesto al sol -oh, lo siento, esta locura ya se ha terminado – por ahora.
Cuando nos metemos más a fondo en estas nuevas restricciones todo se vuelve verdaderamente confuso; los recintos en el distrito de San José es posible que se vean pronto obligados a instalar un limitador que regule el volumen a tal extremo que será literalmente imposible tener cualquier música decente tanto dentro como fuera del local. El límite para el interior será de 65 db – eso es tan solo un poco más que una conversación normal entre dos personas – sí, DOS. Ahora imagínate un recinto lleno de gente, tan solo el ruido que haga la gente sobrepasaría con creces el límite. Al aire libre la cosa se pone ‘aún mejor’, el límite aquí sería de 55 Db -como hemos dicho previamente la naturaleza misma puede en ocasiones ser mucho más ruidosa que eso, si esta ley debe aplicarse a un club de playa, el mar mismo sería mucho más ruidoso y el limitador se dispararía, dejando al local todavía con menos música. Ya que graban la hora a la que se pone la música y este registro puede leerse posteriormente, hay una multa por cada vez que se exceda el límite, así que en el caso de un club de playa, ¿a quién hay que multar? ¿al mar?
Francamente, si esto ha de aplicarse, sería mejor declarar Ibiza la isla del silencio, donde todos nos sentamos en círculos, con flores en el pelo y susurramos „aleluya“ en nuestro camino a alcanzar la iluminación, porque la música ya no será bienvenida. Y todo esto simplemente para que los vecinos de estos locales puedan tener un buen y merecido descando después de un duro día de trabajo en el sector turístico. Bueno, probablemente no habrá más trabajo, ya que esta isla depende exactamente de este mismo turismo y pensar que podemos atraer únicamente familias y amantes de la naturaleza es tan razonable como decir que Múnich debería prohibir el Octoberfest o Río de Janeiro el Carnaval.
Todos estamos de acuerdo en que hay demasiada gente en la isla y demasiados locales sí que molestan con su política de música excesiva, pero este pensamiento de blanco o negro simplemente no tiene ninguna visión de futuro y no le conviene a nadie. Obviamente los clubs no se verán sometidos a estas restricciones y deberían estar más que contentos con estas nuevas leyes, ya que deben creer que esto volverá a atraer a la gente a sus locales, ignorando el hecho de que su política de bebidas a precios extremadamente excesivos es posiblemente la razón por la que la gente se lo piense dos veces antes de gastarse una fortuna en un par de copas. Por cierto, ¿sabías que por ley todos los establecimientos tienen ahora que proporcionar agua gratis a quien la pida? Esta ley no es nueva, pero de este año en adelante, debe ser aplicada en todos los locales, ya sea una cafetería, un restaurante, bar o club. Así que, si por ejemplo estás de fiesta pero no puedes gastarte el dinero que tanto te ha costado ganar en unas cuantas copas, ahora puedes bailar a gusto y mantenerte bien hidratado. Vaya, esa sí es una ley con sentido ¡para variar!
Otra ley sin sentido es la que prohibe que el copiloto vaya borracho, ya que podría interferir con el conductor y causar un accidente. En serio, así que ahora cualquier persona que esté borracha tiene que ir en el asiento de atrás -de algún modo eso podría tener sentido, pero ¿qué pasa si cuatro amigos cogen un taxi porque están borrachos y no quieren conducir, que claro está es justo lo que deberían hacer? Bueno, pues pillar dos taxis, está claro. De alguna manera, me parece a mí que estás leyes no están hechas para convertirnos en mejores ciudadanos, sino para exprimir más dinero de todos y cada uno de nosotros. Algunas de las leyes de circulación sí que tienen sentido; por ejemplo, si te pillan tirando una colilla por la ventanilla tienes que pagar una multa de 200 euros y pierdes cuatro puntos – me parece justo, ya que perjudica al medio ambiente y es la causa de muchos incendios.
Hablando de turistas borrachos, he leído hace poco que Ryanair ha realizado una petición a España para que no siga vendiendo alcohol en los aeropuertos con el propósito de controlar a sus ciudadanos, evitando incidentes en los que vuelos enteros tienen que ser desviados a aeropuertos más cercanos a causa del caos a bordo. ¿Por qué no hacer un test de alcoholemia en la puerta de embarque a aquellos que obviamente se hayan tomado unas cuantas copas de más y negarse a dejarlos embarcar si sobrepasan cierto límite? Fin de la historia, asunto arreglado.
Es posible que te estés preguntando por qué he titulado mi artículo ‘acú mi culo’ – bien, déjame que te lo explique. Como Andreas escribió en su editorial, una vez más nos enfrentamos a una seria amenaza contra nuestra naturaleza con el proyecto de ‘Med-Salt 2’ para explorar el fondo del mar Mediterráneo (puedes leer más acerca de esto en nuestra entrevista con Carlos Brava, coordinador técnico de la Alianza Mar Blava) mediante sondeos acústicos utilizando cañones de aire comprimido para lanzar aire a alta presión en las profundezas del mar, irritando con consecuencias irreversibles y dejando sordos a todos los mamíferos y otras criaturas marinas. Sondeos Acústicos, ¿lo pillas? Hemos recogido más de 35.000 firmas en contra de este proyecto y esperamos que este y todos los proyectos similares sean prohibidos de una vez y para siempre. El gobierno de Ibiza ha acordado ya prohibir este tipo de sondeo en nuestras costas, ahora le toca al gobierno español poner punto y final a esta locura de una vez para siempre.
Nosotros, los ciudadanos, no podemos aceptar ninguna ley que limite nuestras raíces o destruya nuestro futuro, y una de nuestras raíces básicas es la música, el lenguaje universal, el motor de esta isla y una buena parte de su futuro. Y, me entristece decir esto, pero todo tipo de música fue en su día creada en ‘vivo’, por lo que, indudablemente, esta no puede ser la solución a un problema nacido de nuestro miedo a enfrentarnos a la realidad, una realidad que es tan evidente como podría serlo. La avaricia nunca ha solucionado ningún problema; no es una solución, si no una enfermedad, una de las raíces del mismísimo mal. ¿Por qué digo avaricia? Porque los pocos lugares en Ibiza que realmente ofrecen música en directo no son, sin duda, la causa de este problema; es el fracaso de la política actual engañándonos con ese virus general que está amenazando nuestra sociedad: la actitud del todo o nada, una manera de pensar absolutista, que trata los síntomas pero no la causa, igual de fácil que prohibir manifestaciones con el fin de silenciar a la gente y así no tener que escucharlos.
Existe siempre una solución para todo, de hecho no hay problemas sino soluciones para todo; ignorar algo que tarde o temprano causará problemas para más tarde simplemente prohibirlo, no es la manera correcta de hacer las cosas. La magia de esta isla está basada en la diversidad, la combinación de nuestra belleza natural con deslumbrantes playas y magníficos paisajes, la infraestructura de la isla ofrece tantas opciones a tantos diferentes niveles, ya sea gastronómico, nocturno o cultural; la mezcla internacional de gente que se junta para celebrar la vida de una manera pacífica en una isla relativamente pequeña es algo único en el planeta y es nuestro deber alcanzar el equilibrio para conservar esta magia, para que todos nosotros podamos disfrutar como nunca.
p.s: si te preguntas porque estoy llevando una máscara de gas te recomiendo leer la entrevista con UntalToni, creador de la portado de nuestra primera edición del 218, mostrando una jóven ‘payesa’ llevando eso, una máscara de gas. Lo encuentras aqui.
