graffiti de origen ibiçenco

Jerom – Grafitero Ibiçenco (Ibiza 1979)

El graffiti actual comenzó a desarrollarse a finales de la década de los 70 en NY y Filadelfia, donde escritores como Futura 2000, A-One, Taki 183, Cat 161 y Cornbread empezaron a escribir sus nombres en paredes y estaciones del metro de Manhattan. Aparecieron las primeras firmas que posteriormente dieron lugar a las primeras piezas y el graffiti dio el salto de las paredes a los vagones de tren extendiéndose por todo EEUU y más tarde por el mundo entero. El graffiti acabó formando parte de la cultura Hip-Hop, popularizada por Afrika Bambataa, y que se componía de música rap, graffiti y breakdance. En la Nueva York de los años 80 esa cultura fue un grito de rebeldía contra un sistema considerado sordo a la voz de la gente de los guetos. Firmar las murallas de las ciudades y los trenes significaba afirmar el propio derecho a existir: ser famoso, permaneciendo en el anonimato.

Después de 30 años, entre críticas e ilegalidad, el graffiti ha tenido una evolución técnica y artística hasta llegar a ser considerado por los expertos un verdadero arte. Hoy en día, las paredes de la ciudad se convierten en galerías de arte en manos de artistas reconocidos del aerosol. En Ibiza, Jerom conquista a los ciudadanos y gana cada vez más espacios urbanos con el convenio colectivo. Los graffitis de Jerom, su estilo, las caras de mujeres que pinta… destacan entre los carteles de discotecas. Sus piezas aportan un estilo diferente dentro del hiperrealismo y contribuyen a promover la cultura artística de la isla, nativa o adoptiva, que fermenta implacable desde siempre. Jerom además ha sabido reflejar su trayectoria como grafitero en su trabajo diario, pintando con spray murales para empresas y particulares, también sobre lienzo y llevando acabo exhibiciones en directo por diferentes países. Ha llegado a plasmar la imagen de pilotos como Valentino Rossi y Nicky Hayden en casi todos los circuitos de Moto GP de Europa.

¿Qué piensa la gente cuándo dices que eres de Ibiza?

Se sorprenden. La gente piensa de todo, excepto que soy de Ibiza. El mundo no está acostumbrado a oír hablar de una Ibiza creativa.

¿Cómo empezaste y por qué el arte del spray?

Empecé a pintar a principios de los 90. Al igual que casi todos los que pintan en las paredes, pertenecía a un equipo-crew, el primero que hubo en la isla: The Black Panthers. Cada uno de nosotros tenía su papel: quien marcaba la pieza, quien rellenaba, quién hacía el borde de la letra, el efecto 3D… El objetivo era hacer el trabajo juntos, pasarlo bien y correr aventuras. Entonces, de repente hice mi primera cara, algo que nunca había hecho antes, y el resultado me gustó bastante, hasta el punto de convencerme en seguir una línea más figurativa.

Su estilo es puro talento: ‘No he estudiado para aprender a pintar, no suelo improvisar, aunque en el graffiti sí hay mucha improvisación. Normalmente preparo el diseño con el ordenador. Lo estudio, lo imprimo y luego lo pinto‘. A diferencia de sus predecesores, no pinta de noche sino de día y se interesa por las sensaciones que provoca a la gente, en tiempo real.  ‘El arte está en los ojos del que mira. Más que dar un mensaje (que muchas veces también) me interesa provocar sensaciones, sentimientos. Intento estar a gusto con lo que hago y saber que lo transmito con mi trabajo a los demás‘.

El acto de pintar en público hace aún más interesante el producto terminado. La técnica, los movimientos y también el soporte (pared) ganan en interés y valor. Jerom pinta en aerosol también sobre lienzo, a la búsqueda de plasmar la sensualidad femenina investigando en el híper realismo. La gama de colores disponibles en el mercado gracias a una marca líder en la industria del aerosol, le permite llegar a la perfección de los detalles que eran impensables hace unos años. En su taller en San Antonio, al ritmo de la música reggae, busca, produce y proyecta su mundo a través del spray.

El trabajo por encargo aumenta, a veces pudiendo ser él mismo, a veces con más dificultad, donde, sin embargo, busca una manera de mantener su carácter, y lo consigue. ‘Me gusta la imperfección de la pared, las piezas sobre bloque y ladrillos, es algo que se echa de menos trabajando sobre lienzo‘.

Y aunque el diseño sobre la pared es una obra efímera, a merced de las inclemencias del tiempo o de cualquier otra persona que quiera cubrirlo, ‘es mi pasión y lo dejo ahí para todos‘.

¿Qué relación tienes con el mundo contemporáneo del arte?

Tengo algunas influencias aunque me relaciono con otros grafiteros y es su obra la que realmente me interesa.

¿Hay muchos grafiteros en Ibiza?

El graffiti en Ibiza es algo complicado. Siempre lo fue. Nos cuesta mucho enterarnos de lo que pasa fuera, de cómo evoluciona el movimiento. En Ibiza solemos ser pocos y solemos llevarnos bien. Aunque es normal, cada vez más, recibir a grafiteros de fuera, de todas partes del mundo, que por un motivo u otro vienen a Ibiza y acaban pintando graffiti con nosotros y compartiendo sus experiencias.

¿Que te gusta y que no te gusta de Ibiza?

No me gusta la gente que explota la isla sin importarles nada más que el dinero. Me gustaría una isla sostenible, también con sus discotecas, su turismo y sus movidas que forman parte de la isla, pero que se hicieran las cosas bien. Me gusta mucho la gente de Ibiza, los Ibicencos y los que la hacen suya para disfrutarla y cuidarla.

‘Gracias a la calidad del arte altruista de writers como Jerom, el graffiti ha pasado de verse como un problema que ensucia la ciudad a disfrutarse como un regalo que enriquece nuestra cultura‘ (comentario de un ibicenco que me encontré ante un muro pintado por Jerom).

mas info:

www.jerom-ibiza.com